No sé ni por qué ni cómo me perdono la vida cada día.

sábado, 21 de diciembre de 2013

Tiembla.

Tus ojos se abren como cada mañana y como siempre es el pie izquierdo el que parece apoyarse primero débilmente en el suelo. Caminas sin rumbo aparente y en busca de nada hasta llegar a un destino que poco significa nada para ti.

Trabajas duro, como si tu vida fuera en ello, pero no consigues lo esperado; no apoyas tu pasión en lo que haces. Estás en camino de nuevo, esta vez te conduce a casa, nadie se encuentra contigo. Todos vuelven también a casa como si sus pies hubiesen puesto el automático, con un ritmo no demasiado rápido, no demasiado lento, sin hacer demasiado ruido pero sin dejar de ser sigilosos, no queriendo marcar la diferencia.

¿Te das cuenta de que aunque te mueves no dejas de estar parado en un rincón? Cada mañana te levantas esperando nada y eso es precisamente lo que encuentras. Actúas sin instinto y no te sientes orgulloso de lo que haces. Dejas guiar tus pasos por unos pies que no parecen los tuyos y siempre llegas a un destino que no buscabas. Ahora sí deberías pararte, escabullirte de tu realidad para formar parte de tus sueños.

Vibra, descubre lo que eres, lo que quieres hacer de ti y del mundo que te rodea. Da un paso que te acerque a ese nuevo horizonte que has marcado. ¿Lo sientes?

Ahora sí. Estás marcando la diferencia y el suelo, tiembla.

jueves, 5 de diciembre de 2013

Sólo os sangro cuando nadie puede oírme.

Quien te quiere de verdad nunca se aleja.
He oído tantas veces esa frase que me voy a quedar sorda, y cada vez me resulta más inútil que la digáis. Quien te quiere de verdad (y cumple sus promesas) nunca se aleja. Y mis promesas no duran quinientos días.

- Si ellos no vienen, recurriré al plan ve.

martes, 19 de noviembre de 2013

Cuando estés, y cuando no estés. Yo estaré.

Hoy la calle podría estar menos vacía. Hoy podríamos habernos quedado escuchando música rock en el salón, como solíamos hacer. Hacía tanto frío que sólo aguantaba abrazos de tu talla. Hoy habríamos sido un día más, una preocupación menos. Hoy podrías haberme mirado a los ojos y hacernos sonreír de nuevo.
Hoy, podría haberte despertado a besos.
Hoy, podrías haberme hecho muy feliz.

domingo, 3 de noviembre de 2013

A, tú.

¿Me creerías? Si te digo que, después de todo este tiempo, ¿no he aprendido aún a escribirte? Tenía que decirte tantas cosas que han quedado atrapadas en el olvido, que a veces, hasta muero de rabia.
Y, bueno, hace frío sin ti, pero se vive. Aunque Noviembre me haya traicionado.

¿Me creerías? Si te digo que, no hay lugar donde no te pueda encontrar, miro a un lado y sigo viéndote. Sigo pensando que en alguna calle nos encontraremos de nuevo, a oscuras. Y nos iremos, tú a la izquierda y yo a la derecha, sin mediar palabra, porque ahora ya, ''no nos conocemos'' (por fuera). Y por dentro nos sabemos de memoria.

¿Me creerías? Si te digo que, mi alma está a tus pies, y aún así te empeñas en pisarla, y no en bailar con ella. Que cada rincón, ahora lluvioso de este círculo, acarrea recuerdos que tu mente empeña en borrar. Me sigo aquí, sin poder salir, dando vueltas hasta cansarme, para mañana seguir el mismo recorrido, y acabar donde siempre, ahora sin ti.

Y si te dijera, que aún soy tan imbécil, 
de seguir esperando,
que vuelvas a pedirme atención con sabor a mí,
mientras el interior se me retuerce entre rencor,
ira, tristeza, rabia, o yo qué sé lo que será
¿me creerías?..
Pues claro que no.
 Porque me creíste muchas mentiras, y ahora no puedo esperar que te creas esta verdad. 
Si quieres, algún día, (o alguna noche) puedes volver. Cuando pienses que lo tienes todo destrozado, cuando creas que no hay nadie a quien tirarle la toalla, cuando intentes cometer el error de echar a ese niño inocente con el que descubrí que las rosas entre las páginas de los diarios, también se marchitan.
Cuando te decidas a volver, (al fin y al cabo, tienes que venir a barrer, los cardenales a medio, las pecas de tinta y las medias lágrimas que me dejaste), estaré aquí, como siempre lo he estado.
Al fin y al cabo sólo es eso...que me dejaste.





Seguí con cautela, 
el dogma, 
el ritual,
el camino dorado;
mi preparación perfecta
de muchos días y sacrificios;
si la pregunta es: ¿Es difícil?
La respuesta es: Sí.

Todo termina precisamente 
con algo que no tiene final;
un círculo,
aromas mezclados, 
irrazonabilidad y frustración
el poder es para quien lo busca
y sacrifica lo inimaginable,
así es,
una necesidad con la que se nace.

¡Qué poca cosa son los hombres
cuando los vemos sufriendo
por no aceptar el destino
que ellos mismos han trazado!
Se desangran por obtener 
lo que perece, y no se pueden llevar.

Antes de entrar a este círculo,
sentí que era como el resto,
pero ya no,
ya no conozco la circunferencia perfecta,
el fuego violeta que ha reducido a
carbón
mi antiguo molde humano.

jueves, 19 de septiembre de 2013

Dime si de verdad lo hice tan mal.
Cada noche te decía que lo sentía, y a cada minuto lo pensaba.
Me dejaste entrar en ti, y yo entré (o hice lo posible por entrar). Supongo que soy yo, la que sigue adaptándose al tiempo, y sigue haciendo perder el tuyo.

Perdóname, no merecías esto, a veces me arrepiento de haber tocado tu alma, pues toda la que toco acabo haciéndola pedazos. Rara vez consigo la inversa.
Te echaré de menos en las puestas de sol, tú allá, yo aquí.

Sí, soy de las que se preocupan  demasiado, (por los demás) y ellos me dicen que me valore. Pero qué egoísmo, no aprenderé nunca a hacer eso.
- Tú delante y yo después.

¿Demasiado complicada para ti? Y para todos, siempre he sido un bicho raro, a veces hasta canso, pero al fin y al cabo un bicho.

Otro error bonito, quizás.

lunes, 16 de septiembre de 2013

No necesitaba felicidad inventada. No necesitaba que nadie intentase hacerme feliz, la felicidad vendría a mí. Como no necesitaba ayuda de nadie, siempre andaba perdida en la oscuridad. En la oscuridad me encontró la felicidad. (Sé que estuvo bastante tiempo buscándome, y yo no la veía.) Ella me enseñó a brillar, me enseñó a expulsar mi luz.

Y brillamos, ahora brillamos juntos. Tanto que hasta podemos cegar.
Mi felicidad tiene miedo de perderme, y yo tengo miedo de perderla a ella. Sé que nunca he sabido cuidar bien de nada, siempre he sido de que cuiden de mí.
Sé que nunca he sabido confiar en nadie, siempre he sido de que confíen en mí.
La felicidad no da muchas oportunidades, así que espero aprovecharla bien. Nunca había necesitado más, hasta que la encontré.

- No quiero volver a la oscuridad ahora que he descubierto que el color negro es bonito.
Y qué ojos más preciosos que tiene, dios mío.


martes, 21 de mayo de 2013

Y todo queda.

- No dejes de buscarme. Estaré aquí aunque el sol no brille, (sé que tu propia sombra te abandona hasta en la oscuridad). 
- No tengas miedo. (Me tienes a mí).
 Mi corazón sigue sangrando (sólo un poquito) cuando oye tu nombre.

Durante toda mi vida he entendido el amor como una especie de esclavitud consentida. Pero esto no es así: la libertad sólo existe cuando existe el amor. Quien se entrega totalmente, quien se siente libre, ama al máximo. Y quien ama al máximo, se siente libre. Pero en el amor, cada uno de nosotros es responsable por lo que siente, y no puede culpar al otro por eso. Nadie pierde a nadie porque nadie posee a nadie. 
Y esta es la verdadera experiencia de la libertad: tener lo más importante del mundo sin poseerlo.





miércoles, 3 de abril de 2013

Prácticamente sola.

Todo el mundo tiene a alguien con quien compartir tu día a día, a quien contarle todo lo que te pase (y que encima te escuche) que no te diga lo que tienes que hacer, sólo te dé el empujoncito. Que no te critique, te acepte como eres, y además que no se ría de ti nunca. Siempre que te vea que te diga lo guapo que vas, y que te ponga alegre cuando no vea la sonrisa en tu rostro. Cuando te vea mal, te haga sentir en el cielo.
Un consejo: nunca le dejes ir. Aunque un día cambies de idea, si eres adolescente, tu cabeza hará muchas locuras, pero al día siguiente le querrás mil veces más. Porque yo solía tenerlo, y le dejé ir.
Volvió, pero nunca me lo perdonaré. Sigue haciéndome sentir así, aunque no
lo pueda ver, porque no está aquí.
No, no está aquí, y me parece muy 
fuerte que la única persona que me
hace sentirme viva, sea una
a la que no puedo ver ni dos 
veces al año. No tengo a nadie aquí, prácticamente sola. Pero si tuviera que dar la vida, lo haría. 
Porque me hace sentir como si el veneno no existiera, sólo él sabe cómo. Es lo que 
me hace sentir adelante, siempre quiero
tenerle ahí. Si hablo de él se hace un nudo en mi garganta y mi corazón empieza a latir a una velocidad que no debería.
Díganme qué es si no es amor. 

miércoles, 13 de marzo de 2013

El beso mortal de la nieve

Todo quedó en una mañana tranquila bañada de recuerdos que le recomían la cabeza. Mientras que miraba por la ventana, salía el sol.
Salía el sol y nevaba, y mientras hacía el examen.
¿Cómo puede nevar y yo aquí encerrada?
Y...pobre chica, no se había dado cuenta de que mientras que todas las cosas buenas pasaban, ella siempre había estado encerrada.

sábado, 9 de marzo de 2013

Señores y señoras



usen protector solar.
Si pudiera ofrecerles sólo un consejo para el futuro,sería éste: Usen protector solar.
Los científicos han comprobado sus beneficios a largo plazo mientras que los consejos que les voy a dar, no tienen ninguna base fiable y se basan únicamente en mi propia experiencia. 
He aquí mis consejos:

Disfruta de la fuerza y belleza de tu juventud.
No me hagas caso. Nunca entenderás la fuerza y belleza de tu juventud hasta que no se haya marchitado.
Pero créeme, dentro de veinte años, cuando en fotos te veas a ti mismo comprenderás, de una forma que no puedes comprender ahora, cuántas posibilidades tenías ante ti y lo guapo que eras en realidad.

No te preocupes por el futuro. O preocúpate sabiendo que preocuparse es tan efectivo como tratar de resolver una ecuación de álgebra masticando chicle.

Lo que sí es cierto es que los problemas que realmente tienen importancia en la vida son aquellos que nunca pasaron por tu mente, de esos que te sorprenden a las 4 de la tarde de un martes cualquiera.
Todos los días haz algo a lo que temas. Canta.
No juegues con los sentimientos de los demás. No toleres que la gente juegue con los tuyos.
Relájate. No pierdas el tiempo sintiendo celos. A veces se gana y a veces se pierde.
La competencia es larga y, al final, sólo compites contra ti mismo.

Recuerda los elogios que recibas. Olvida los insultos (pero si consigues hacerlo, dime cómo hacerlo).
Guarda tus cartas de amor. Tira las cartas del banco. Estírate. No te sientas culpable si no sabes muy bien qué quieres de la vida.
Las personas más interesantes que he conocido no sabían qué hacer con su vida cuando tenían 22 años. Es más, algunas de las personas que conozco tampoco lo sabían a los 40.
Toma mucho calcio. Cuida tus rodillas sentirás la falta que te hacen cuando te fallen.
Quizá te cases, quizá no. Quizá tengas hijos, quizá no. Quizá te divorcies a los 40, quizá no.
Quizá bailes el vals en tu 75 aniversario de bodas. Hagas lo que hagas no te enorgullezcas ni te critiques demasiado. Optarás por una cosa u otra, como todos los demás.
Disfruta de tu cuerpo. Aprovéchalo de todas las formas que puedas.No tengas sólo el reloj, ten el tiempo.
No tengas miedo ni te preocupes por lo que piensen los demás porque es el mejor instrumento que jamás tendrás.
Baila, aunque tengas que hacerlo en el salón de tu casa.
Lee las instrucciones aunque no las sigas. No leas revistas de belleza pues para lo único que sirven es para hacerte sentir feo.
Aprende a entender a tus padres. Será tarde cuando ellos ya no estén.
Llévate bien con tus hermanos. Son el mejor vínculo con tu pasado y, probablemente, serán los que te acompañen en el futuro.
Entiende que los amigos vienen y se van pero hay un puñado de ellos que debes conservar con mucho cariño.
Esfuérzate por no desvincularte de algunos lugares y costumbres porque, cuando pase el tiempo, más los necesitarás.

Vive en una ciudad alguna vez pero múdate antes de que te endurezcas. Vive en un pueblo alguna vez pero múdate antes de que te ablandes.
Viaja. Acepta algunas verdades ineludibles: los precios siempre subirán, los políticos siempre mentirán y tú también envejecerás.
Y, cuando seas viejo, añorarás los tiempos en que eras joven: los precios eran razonables, los políticos eran honestos y los niños respetaban a los mayores.

Respeta a los mayores. No esperes que nadie te mantenga pues tal vez recibas una herencia o, tal vez te cases con alguien rico pero, nunca sabrás cuánto durará.
No te hagas demasiadas cosas en el pelo porque cuando tengas 40 años parecerá el de alguien de 85.
Sé cauto con los consejos que recibes y ten paciencia con quienes te los dan. Los consejos son una forma de nostalgia.
Dar consejos es una forma de sacar el pasado del cubo de la basura, limpiarlo, ocultar las partes feas y reciclarlo dándole más valor del que tiene..

Pero hazme caso en lo del protector solar.

martes, 5 de febrero de 2013

Ah, la noche. Llena de monstruos bajo la cama y de gotas golpeando los cristales.




Me has vuelto adicta a ella cuando aún la odiaba, al menos sueño contigo. Bah, el día. Antes me gustaba, ahora es como una sensación que oprime el pecho de cada segundo sin ti. Dijiste para siempre, y hoy es siempre todavía.
~Necesito un abrazo, o pronto volveré a a(L)mar.
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