Dime si de verdad lo hice tan mal.
Cada noche te decía que lo sentía, y a cada minuto lo pensaba.
Me dejaste entrar en ti, y yo entré (o hice lo posible por entrar). Supongo que soy yo, la que sigue adaptándose al tiempo, y sigue haciendo perder el tuyo.
Perdóname, no merecías esto, a veces me arrepiento de haber tocado tu alma, pues toda la que toco acabo haciéndola pedazos. Rara vez consigo la inversa.
Te echaré de menos en las puestas de sol, tú allá, yo aquí.
Sí, soy de las que se preocupan demasiado, (por los demás) y ellos me dicen que me valore. Pero qué egoísmo, no aprenderé nunca a hacer eso.
- Tú delante y yo después.
¿Demasiado complicada para ti? Y para todos, siempre he sido un bicho raro, a veces hasta canso, pero al fin y al cabo un bicho.
Otro error bonito, quizás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario